Demasiados impedimentos (1-3)

Demasiados inconvenientes se encontró el Sporting en su puesta de largo correspondiente a la nueva temporada: la boda de Monti/Mª Jesús el día anterior, la ausencia de algún destacado pelotero por este motivo, la presencia en espíritu de algún veterano jugador, dos lesionados durante el encuentro a añadir a los que ya lo estaban y un equipo enfrente, viejo enemigo, el DSS, que no íba a regalar nada.

Antes de detenernos algo más con estos acontecimientos, resaltar el aspecto impecable que presenta el nuevo complejo municipal de Los Mares, con un césped artificial algo duro pero que mejorará con el paso del tiempo, con cañones de agua para el riego y con un ambigú que empieza a tener pinta de bar. El único pero es que están poniendo tanto empeño en cuidar las instalaciones que Luna, la perrita de Asun, tuvo que ver el partido junto a su dueña por detrás de la valla, en el exterior del recinto deportivo.

Para este primer envite liguero presenta el equipo el siguiente siete: Manolo en la portería; en defensa Rafa, Javi y Antonio; mediocampo para Óscar y Ale, y Falín como jugador más adelantado. Quedan fuera de momento Fran, Luis y David el loco, refuerzo traído por Ale en el que se tenían puestas muchas ilusiones y que se lesionó nada más saltar al terreno de juego sin tocar siquiera pelota.

Como no estaba la cosa para muchos alardes la consigna era clara: aguantar juntitos atrás y desplazamientos en largo a Óscar para que éste intentara controlar la pelota de espaldas y jugarla. Un planteamiento de lo más simple, pero quizás el más válido para la materia prima que había ayer sobre el terreno de juego, sin jugadores con velocidad para sorprender.

Así fueron transcurriendo los minutos, con algún susto en defensa, pero manteniendo el tipo, hasta que Óscar se hace con un balón suelto a unos 30 metros de la portería rival y enchufa un pepinazo marca de la casa que se cuela a media altura junto al poste izquierdo, haciendo inútil la estirada del portero. 1-0. Más rendimiento en ataque imposible con tan pocas ocasiones generadas.

Lamentar el debut de David el loco que en la primera jugada en la que interviene, sin balón de por medio, al defender el equipo una falta lateral e iniciar el contragolpe, tiene la mala suerte de pisar a un contrario y torcerse el tobillo.

No sería esta la única desgracia puesto que Óscar también fue víctima de un pinchazo al golpear la pelota en la parte posterior de su pierna izquierda en la jugada del gol que le imposibilitó disputar la segunda parte del encuentro.

Estos dos inconvenientes lastraron un tanto la mentalidad del equipo para el segundo período, que salió a defender demasiado cerca de la portería defendida por Manolo, muy aculado atrás, sin una referencia clara en el mediocampo, lo que provocó que el equipo contrario cada vez se acercara con más peligro, sobre todo con tiros desde la frontal muy venenosos por mor del funcionamiento de los aspersores en el descanso del partido, que dejaron el césped tremendamente rápido y el bote del balón era difícil de atajar.

Y así fue como vino el gol del empate tras varios intentos previos (con balones a la madera incluidos), en un tiro desde fuera del área que toca Manolo, pero que no es capaz de blocar. (1-1).

Casi a renglón seguido logra el DSS ponerse por delante, en una jugada en la que nuestra defensa, ante la presión del rival, no es capaz de sacar el balón jugado, se pierde éste cerca del área y el rival aprovecha para ponerse por delante (2-1).

A partir de este momento, con el equipo roto, desgastado y sin nada que perder, cuando se preveía lo peor, tiró de dignidad, Javi pasó al mediocampo y aunque no se tuvieron oportunidades, al menos se adelantaron algo las líneas y tan sólo una jugada surrealista hizo que encajáramos el tercero en contra: en un ataque rival, la pelota que se encuentra en las inmediaciones de la línea del área grande, Manolo que llega con ventaja para despejar y en lugar de pegar el patadón y quitarse la pelota de encima, intenta, ante la incredulidad generalizada, de driblar al atacante que tenía más cerca, al que arrolla en el intento de regatear, pierde la pelota que le llega franca a otro jugador quien, a puerta vacía, con un toque blandito introduce el esférico en nuestra portería.

En esta jugada también Manolo, producto del encontronazo, se encontraba dolido de las costillas, pero afortunadamente el árbitro decretó el final del partido y no hubo tiempo para más.

Así pues, derrota justa, con un nivel de juego bajo, sin apenas tocar la pelota y dejando todo a un juego directo que quizás es el que mejor le venía al equipo en estas circunstancias. No hay más que analizar el segundo gol en contra para darse cuenta de que era peligroso tener el balón en los pies ante un equipo que contaba con gente rápida y habilidosa. Si se analiza el partido, a pesar de todo, se podrá deducir que los goles pudieron ser perfectamente evitables y achacables a errores propios más que a virtudes del rival.

Uno a uno:

Manolo (1): A pesar del tercer gol y de que pudo hacer algo más en el primero, con sus intervenciones evitó una goleada más amplia.

Rafalito (1): Aguantando el tirón, que no era poco.

Javi (1): Una pronta tarjeta amarilla le contuvo un tanto en sus acciones. Lo intentó siempre aunque sin suerte.

Antonio (1): Mantuvo el tipo.

Fran (1): En consonancia con los compañeros. Buena actitud.

Óscar (2): Casi el único que se atrevió a tirar desde fuera del área, nuestra única opción al carecer de triangulaciones. Lástima de su lesión.

Luis (1): Lo dio todo, incluido el pato. De los más damnificados por la boda.

Ale (1): Primera parte digna, apoyando a la defensa para intentar sacar la pelota jugada. En el segundo tiempo desaparecido.

Falín (1): Mucha voluntad.

David el loco (sc): Sin calificar por lesión en la primera jugada en la que intervino.

Nótese la supremacía de Acuarius con respecto a botellines. Algo no funcionaba.

Un cabizbajo Luis bebiendo agüita. Documento insólito.

La frase del partido:

- Manolo, en el ambigú, a Luis: «Luis, ¿por qué no has echado el pato a ver si te encontrabas mejor?»

- Luis: «Que tú no me hayas visto no significa que no lo haya echado».

Ahí queda eso.