El resultado lo dice todo, aunque se vio un Sporting con dos caras bien distintas en cada período. Uno digno en la primera mitad, en la que sólo recibió un gol y que bien pudo marcar dos o tres goles que evitó el cancerbero rival, que suele hacer buenos partidos contra nosotros, y una segunda parte en la que salió acomplejado, sin creerse de verdad que podía cuando menos empatar, y que se vino abajo después de recibir un segundo gol absurdo en fallo defensivo en los primeros compases de este segundo período.
El rival, un viejo conocido, Polígono Norte, que sabemos a lo que juega, pendencieros donde los haya con el consentimiento del árbitro, acojonado por que no lo linchen a las primeras de cambio.
Comenzó el Sporting con Manolo en la portería; Rafalito, Óscar y Luis en defensa; Ale y Domin en mediocampo y Falín más adelantado. Queda en el banquillo Antonio, con una aparatosa rodillera que no presagia nada bueno. El miércoles obtendrá los resultados de la resonancia a la que se sometió en la mañana de ayer.
Se echó de menos la contudencia que aportan hombres como Javi, sancionado, que hubiera hecho que las buenas intenciones plasmadas en la primera parte se tornaran en realidades y quizás fuera otro el marcador.
No está siendo un año fácil con una nómina de lesionados especialmente alta en ataque, hecho que está acusando el equipo y que se refleja en un triste 4º por la cola. Habrá que apretar dientes y salir de esta situación cuanto antes.
Uno a uno:
Manolo (1): Vendido en la mayoría de los goles.
Rafalito (1): Con apuros para abortar las oleadas del rival.
Óscar (2): Mantuvo el tipo e intentó con sus disparos perforar la meta rival.
Luis (2): Bien en la primera mitad, pero demasiados fuegos para apagar cuando jugó en el medio. Aún así se incorporó bien en ataque.
Antonio (1): Lastrado.
Ale (1): Incómodo, pero intentó jugar la pelota.
Domin (2): No se desesperó y a punto estuvo de perforar la meta rival, especialmente en la primera mitad, con sendos disparos a portería. Se retiró lesionado.
Falín (1): No le llegaron balones cómodos, pero se entregó al límite.
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