Triste epílogo para la despedida oficial en Los Mares de la temporada 2009-2010. A decir verdad no era el mejor día para que gente principal se cayera de la convocatoria, puesto que enfrente estaba el primer clasificado del grupo, un equipo con calidad arriba que sólo tuvo que esperar a que los goles fuesen cayendo como fruta madura con el paso de los minutos y el consiguiente desgaste del Sporting, que presentó el siguiente siete: Manolo en la portería; Rafa, Luis y Fran en defensa: Ale y David en el centro del campo, y Falín más adelantado. Antonio esperaría su turno. Fue un Sporting con una alineación histórica, con casi los mismos jugadores que lo conforman desde hace más de veinte años y que, quizás, con unos cuantos años menos, habrían dado más guerra. Pero el tiempo no entiende de sentimentalismos y demasiado hizo el equipo aguantando bien los primeros compases del partido, intentando combinar a pesar de sus limitaciones e incluso sorprendiendo al rival, que aún no le había cogido el pulso al partido. Fran, con un testarazo desde fuera del area, a punto estuvo de adelantar al equipo tras un despeje del portero rival, llegándole la pelota bombeadita y rematando de cabeza con el portero fuera del arco, pero el balón tocó en el poste y Luis, en posición forzada recogió el rechace yéndosele el balón desviado.
Pero el orden sportinguista, lo único que podía ofrecer ayer, se desmoronó en una jugada de calidad del contrincante cuando éste, tras hacerle un sombrero al defensor de turno, empaló de manera magistral desde fuera del área alojando el balón en nuestra portería. 0-1.
Este gol hizo que el rival se viniese arriba y empezara el balón a quemarle en los pies a las huestes sportinguistas, que inconscientemente empezaban a recular ante el empuje rival. El segundo llegó en otra buena acción desde disparo potente desde fuera del área. 0-2.
Con este marcador y algún que otro susto bien resuelto por Manolo se llegó al final del primer periodo, con una larga segunda mitad por delante, y con un rival que cada vez más presionaría la salida de balón sportinguista, ayer sin nadie que pudiera desahogar con balones en largo la presión rival. Fruto de esta presión y del cansancio que empezaba a acumularse en las pesadas piernas sportinguistas, fueron llegando oportunidades rivales que convertían el partido prácticamente en un monólogo del rival. Llegarón así hasta tres goles más. El tercero tras una buena jugada bien trenzada de contragolpe rival, que acabó con un pase horizontal desde el vértice derecho del área hasta el segundo palo donde un rival remataba a placer. 0-3. Y, por si fuera poco, el quinto –el cuarto no está registrado en la neurona de este cronista- llegó en una jugada de infortuno, cuando Antonio despeja en el borde del área, rebota en un rival y la pelota se cuenta por encima de Manolo. 0-5.
Tan sólo David fue capaz de probar al portero cuando languidecía ya el encuentro con un disparo desde fuera del área que éste desvió a córner.
Así pues, hay que olvidar ya este lance, hacer balance de la temporada, que se puede considerar de bueno teniendo en cuenta lesiones y otras circunstancias, en donde el equipo tuvo una primera mitad de la temporada francamente mala pero que después supo corregir en la segunda vuelta con buenos partidos. En la copa queda el regustillo amargo de haber podido hacer algo más.
Ahora sí que acaba ya la temporada oficial, aunque sigue habiendo dos citas importantes en el calendario: la disputa del trofeo Deportivo Club de Fútbol el sábado próximo en la ciudad deportiva sevillista, y, sobre todo, la segunda participación en el trofeo de El Vendrell, en Tarragona a principios de julio.
